Los masajes en Japón tienen una larga historia y son muy apreciados por su efecto relajante y terapéutico. Estos masajes se conocen como «shiatsu» y son parte integral de la medicina tradicional japonesa.
El shiatsu se basa en la teoría de que el cuerpo humano tiene una red de canales de energía llamados meridianos, por los cuales fluye la energía vital, o «ki». Según esta teoría, la enfermedad y el dolor son causados por un desequilibrio en el flujo de ki, y el shiatsu busca restaurar ese equilibrio mediante la aplicación de presión en puntos específicos de los meridianos.
El masaje shiatsu se realiza en una colchoneta en el suelo, con el paciente vestido con ropa cómoda y sin calzado. El terapeuta utiliza sus manos, dedos, codos y rodillas para aplicar presión en los puntos de acupuntura y los meridianos, utilizando una técnica de amasamiento y presión. El masaje se enfoca en áreas como la espalda, los hombros, las piernas y los pies.
Además del shiatsu, hay otros tipos de masajes tradicionales en Japón, como el «anma» y el «tui na», que también utilizan la técnica de presión y amasamiento para aliviar el dolor y mejorar la salud. El anma se centra en la presión de los músculos y la circulación sanguínea, mientras que el tui na utiliza movimientos de balanceo y estiramientos para aliviar la tensión muscular.
Los masajes en Japón no solo tienen beneficios terapéuticos, sino que también son una forma de relajación y bienestar. Muchos spas y hoteles ofrecen masajes tradicionales japoneses, como parte de sus servicios de spa, y se considera una actividad de ocio popular en Japón.
COMENTARIO