El tempura es uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía japonesa, y se trata de una técnica de fritura que consiste en sumergir alimentos en una masa a base de harina, agua y huevo, y luego freírlos en aceite caliente hasta que queden crujientes y dorados.
Aunque el tempura se asocia comúnmente con la cocina japonesa, su origen en realidad se remonta a hace varios siglos en Portugal, donde los misioneros jesuitas portugueses llegaron a Japón a finales del siglo XVI. Estos misioneros introdujeron una técnica culinaria llamada «peixinhos da horta», que consistía en rebozar verduras en una masa y freírlas en aceite. Esta técnica se inspiró en los fritos de la cocina árabe y española, que los misioneros habían probado durante su estancia en la Península Ibérica.
Con el tiempo, los japoneses adoptaron esta técnica culinaria y la adaptaron a su propia cultura e ingredientes locales. El nombre «tempura» proviene de la palabra portuguesa «tempero», que significa condimento o especia, y se refiere a la mezcla de harina y agua que se utiliza para hacer la masa de tempura.
En Japón, el tempura se convirtió en un plato popular en la época Edo (1603-1868), cuando los puestos callejeros comenzaron a venderlo como una comida rápida y económica. El tempura se hizo aún más popular en el siglo XVIII, cuando la ciudad de Edo (actual Tokio) se convirtió en el centro político y cultural de Japón y atrajo a personas de todo el país que buscaban nuevas experiencias culinarias.
La técnica de hacer tempura es importante para lograr el resultado final. La masa debe ser mezclada brevemente para evitar la formación de gluten, lo que garantiza una textura crujiente y ligera. Además, los ingredientes a freír deben estar secos y fríos, ya que esto ayudará a que la masa se adhiera mejor y evita que se empape en exceso.
El tempura se puede preparar con una variedad de ingredientes, incluyendo verduras como calabacín, berenjena, pimiento, cebolla y champiñones, así como mariscos y pescados como camarones, calamares y pescado blanco. En Japón, se sirve a menudo con una salsa especial llamada «tentsuyu», que está hecha de dashi (caldo de pescado), mirin (vino dulce japonés), salsa de soja y azúcar.
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